miércoles, 3 de octubre de 2012

Nacimiento de los caballitos de mar.


La hembra usa su ovopositor para insertar los huevos maduros dentro de la bolsa incubadora del macho. La fertilización de los huevos se produce en el interior del saco. Sin embargo, un estudio reciente ha puesto de manifiesto que en realidad los espermatozoides se liberan en el exterior y que la fertilización ocurre en el mismo momento en que los huevos van entrando en el saco del macho. Tanto la entrada de los huevos en el saco como su incubación ocurren en un proceso extraordinariamente rápido (apenas 6 segundos). Esta estrategia es una manera más de asegurar que los huevos proceden exclusivamente de una sola hembra, con lo que se asegura la monogamia genética para ese lote de huevos.
El oxígeno se difunde a través de los capilares del tejido que reviste los huevos. Las hormonas ayudan a crear un fluido placental que baña una pequeña parte del huevo que sobresale de los tejidos de la bolsa. El medio creado por el fluido en la bolsa se altera durante el proceso de procreación, pasando de ser parecido a los fluidos corporales a parecerse al agua del mar circundante, presumiblemente para reducir el estrés de las crías en el momento del alumbramiento. El período de gestación dura entre 10 días y 6 semanas, dependiendo de las especies y de la temperatura del agua del mar. Pasado este plazo, el macho deja salir las crías del interior de su bolsa durante varias horas contrayendo su cuerpo para hacer presión y liberarlas. Las crías son réplicas en miniatura de sus padres, de unos siete a once milímetros de largo. Son totalmente independientes y no vuelven a la bolsa después del nacimiento. Llega a tener entre 200 y 300 crías dependiendo del número de apareamientos.
Las hembras parecen madurar al mismo tiempo que los machos, siendo visible su ovopositor cuando está transfiriendo los óvulos al macho. Puede estar influenciada por la luz, la temperatura y las turbulencias del agua del mar de la zona.

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