miércoles, 21 de noviembre de 2012

10 evidencias de la evolución humana

Los siguientes rasgos de los humanos son pruebas de la evolución de los organismos con el paso de los años:
Apéndice. Técnicamente es un tubo sin salida conectado al intestino grueso; anteriormente servía como área especial para digerir la celulosa cuando se consumían más proteínas vegetales que animales.

Tubérculo de Darwin. Se encuentra en los bordes de las orejas, y su función principal fue en algún momento ayudar a los animales a centrar los sonidos. Solamente un 10 por ciento de la población tiene esta marca, la cual no presenta ningún funcionamiento importante en el hombre moderno.


Restos de ADN. Los seres humanos tienen estructuras en su composición genética que fueron utilizadas alguna vez para producir las enzimas necesarias que ayudan a procesar la vitamina C. Sin embargo, una mutación en las personas lo desactivo, pero es común encontrarlo en varios tipos de animales.
Músculo erector del pelo. Es el encargado de ponernos la "piel de gallina", cuando hay sensación de frío o miedo. Anteriormente, cuando los seres humanos se encentraban cubiertos de pelo, lo usaban para mejorar su capacidad de aislamiento o para intimidar a otros animales.
Muelas del Juicio. Son el tercer molar y aparecen por lo regular en las personas entre los 16 y 20 años de edad. Anteriormente, los seres humanos primitivos utilizaban estos dientes para mascar de mejor manera las plantas; actualmente sólo un 5 por ciento de la población mundial cuenta con un juego sano de éstas.
Músculos extrínsecos del pabellón auricular. Este curioso órgano contráctil fue heredado  por nuestros antepasados y comúnmente se encuentra en perros y conejos. Es usando normalmente para mover las orejas, ayudándolos a detectar con mayor facilidad algún sonido. En los seres humanos actuales no tiene razón, más que en aquellos que tienen la facilidad de controlarlo.
Órgano de Jacobson o Vomeronasal. Se localiza en el hueso vómer, entre la nariz y la boca. Se encuentra ligado a los quimiorreceptores no funcionales. Se piensa que gracias éste es que los humanos aún tienen la habilidad para detectar feromonas.

Tercer Párpado. Es una característica fisiológica propia de ciertos animales; se trata de una telilla que tiene por objeto proteger al globo ocular. Los seres humanos aún los siguen teniendo, aunque es muy pequeño y difícilmente se puede ver.
Coxis. Es la parte final de lo que fuera alguna vez la cola. Ahora funciona como una estructura de apoyo para diversos músculos, ayuda a las personas a sentarse y cuando se inclinan.
Músculo plantar. Ubicado cerca de la rodilla, fue útil para que los  primates agarraran objetos con los pies. En los humanos está tan subdesarrollado que a menudo es tomado por los médicos cuando necesitan tejidos musculares para la reconstrucción en otras partes del cuerpo. Se estima que un 9 por ciento de los individuos nace sin él.




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